12 de septiembre de 2018
1. ANÁLISIS DE LA POBLACIÓN A ESTUDIO:
Unidad de Gestión Clínica compuesta por 26 trabajadores/as:
DISTRIBUCIÓN POR SEXO:
Total de hombres: 7 (26.9 %)
Total de mujeres: 19 (73.1 %)
DISTRIBUCIÓN POR CATEGORÍA PROFESIONAL Y SEXO:
- Auxiliares Administrativos: 3 (11.5 %)
Hombres: 0 (0%)
Mujeres: 3 (100%)
- Auxiliares de Enfermería: 2 (7.7 %)
Hombres: 0 (0%)
Mujeres: 2 (100 %)
- Celadores-Conductores: 2 (7.7 %)
Hombres: 2 (100%)
Mujeres: 0 (0 %)
- Personal de Enfermería: 7 (26.9 %)
Hombres: 1 (14.3%)
Mujeres: 6 (85.7 %)
- Personal Médico: 9 (34.6 %)
Hombres: 2 (22.22%)
Mujeres: 7 (77.7 %)
- Pediatras: 2 (7.7 %)
Hombres: 1 (50 %)
Mujeres: 1 (50 %)
- Trabajador Social: 1(3.8 %)
Hombres: 1 (100 %)
Mujeres: 0 (0 %)
DISTRIBUCIÓN POR GRUPOS DE EDAD Y SEXO:
- Menor o igual de 45 años: 4 (15.4 %)
Hombres: 2 (50 %)
Mujeres: 2 (50 %)
- De 45 a 54 años: 3 (11.5 %)
Hombres: 1 (33.3 %)
Mujeres: 2 (66.6 %)
- Mayor o igual a 55 años: 19 (73.1 %))
Hombres: 4 (21 %)
Mujeres: 15 (79 %)
CÁLCULO DE LA EDAD MEDIA:
54+57+63+60+60+59+57+55+61+59+64+60+55+58+38+54+63+57+58+61+59+59+44+41+45+44= 1445/26= 55, 5 años
2. ANÁLISIS DEL TIPO DE TRABAJO Y TAREAS DEL GRUPO ANALIZADO EN RELACIÓN CON LA EDAD:
Según la Guía de criterios de aptitud para trabajadores del ámbito sanitario (1)
MÉDICO/A DE FAMILIA Y PEDIATRA EN ATENCIÓN PRIMARIA:
El trabajo de médico/a y/o pediatra en atención primaria puede considerarse como de tipo no sedentario ligero, fundamentalmente por los desplazamientos en la realización de avisos domiciliarios. Podemos considerarlo como un tipo de trabajo con grado bajo de carga física.
El grado de exigencia psíquica del trabajo es alto relacionado con aspectos de comunicación, atención al público, toma de decisiones, complejidad de la tarea y apremio por las decisiones asistenciales que deben adoptar y el riesgo directo a terceros de las mismas.
Se caracteriza por tener un nivel alto de autonomía.
• Trabajo no sedentario ligero.
• Requerimientos de carga mental elevados.
• Trabajo de precisión ocasional.
• Requisitos neurosensoriales de audición y visión elevados.
• Requerimientos psicosociales elevados por repercusión de sus decisiones.
• Riesgo a terceros directo.
ENFERMERÍA EN ATENCIÓN PRIMARIA:
El trabajo de enfermería en atención primaria puede considerarse como de tipo «no sedentario ligero» con manejo de cargas y posturas forzadas ocasional en las tareas que exigen la realización de curas o movilización de pacientes no válidos.
Podemos considerarlo como un tipo de trabajo con grado bajo-medio de carga física en función de las tareas realizadas en los domicilios de los pacientes. Son trabajos de media exigencia auditiva y media-alta exigencia visual. Se caracteriza por tener un nivel medio de autonomía y por la interdependencia con el resto de trabajadores.
Los requerimientos que tienen un mayor nivel de intensidad o exigencia (nivel 3 o 4) son, siguiendo la guía de valoración profesional del INSS:
• Trabajo no sedentario, ligero.
• Requerimientos altos de carga mental en cuanto a comunicación, atención al público y toma de decisiones.
• Requisitos neurosensoriales elevados de visión y medios de audición, para tareas de precisión: Curas, vías sanguíneas.
• Riesgo a terceros.
AUXILIAR DE ENFERMERÍA EN ATENCIÓN PRIMARIA:
El trabajo de Auxiliar de enfermería de consulta de atención primaria puede considerarse como de tipo «no sedentario» con bipedestación estática y dinámica predominante en grado bajo, caracterizado también por la realización no continua de manejo de cargas y posturas forzadas en las tareas que exigen la ayuda a pacientes no válidos. El grado de exigencia psicofísica sería baja-media para la mayoría de las tareas esenciales que caracterizan a este puesto de trabajo, siempre en relación con los niveles de dependencia para las actividades de la vida diaria de los pacientes a los que tiene que prestar ayuda en la consulta.
Podemos considerarlo como un tipo de trabajo con grado bajo-moderado de carga física, con trabajo no intenso ni mantenido de manos, brazos o piernas y de tronco, marcha no rápida y empuje o tracción no mantenidos.
Conlleva tareas que requieren a veces el levantamiento, colocación, empuje o el desplazamiento de cargas (pacientes), siendo la manipulación mayor de 25 kilos.
Requiere manipulaciones sencillas, siendo la delicadeza de las maniobras a realizar de complejidad baja.
En ocasiones requiere de trabajos en altura (por ejemplo, para la colocación de materiales y medicación en armarios). Aunque son tareas de baja complejidad, puede requerir rapidez en su realización (apremio).
Son trabajos de una baja-media exigencia auditiva al requerir mantener conversación con voz normal, y exigencia visual media. Se caracteriza por tener un nivel medio de autonomía aunque con interdependencia en la realización de algunas tareas entre distintos trabajadores.
Los requerimientos que tienen un mayor nivel de intensidad o exigencia (nivel 3 o 4) son, siguiendo la guía de valoración profesional del INSS:
• Bipedestación dinámica.
• Carga mental, sobre todo Comunicación y Atención al público.
CELADOR/A EN ATENCIÓN PRIMARIA:
El trabajo de Celador/a en un establecimiento sanitario, puede considerarse como de tipo «no sedentario» con bipedestación estática y dinámica en grado medio-alto, caracterizado también por la realización de manejo de cargas.
El grado de exigencia psicofísica sería moderado para la mayoría de las tareas esenciales que caracterizan a este puesto de trabajo.
Para esta categoría profesional se precisa capacidad de trabajo físico considerable, dada la necesidad de manipular diferentes tipos de cargas.
El ritmo de trabajo también conlleva una dependencia moderada, al desarrollo de las funciones de otros profesionales del ámbito.
Los requerimientos que tienen un mayor nivel de intensidad o exigencia (nivel 3 o 4) son, siguiendo la guía de valoración profesional del INSS:
• Manejo de cargas.
• Bipedestación dinámica.
• Dependencia o falta de autonomía.
AUXILIAR ADMINISTRATIVO EN ATENCIÓN PRIMARIA:
El trabajo de Auxiliar Administrativo en un establecimiento sanitario, puede considerarse como de tipo «sedentario» con sedestación prolongada en grado medio-alto.
El grado de exigencia psicofísica sería bajo para la mayoría de las tareas esenciales que caracterizan a este puesto de trabajo.
Los requerimientos que tienen un mayor nivel de intensidad o exigencia (nivel 3 o 4) son, siguiendo la guía de valoración profesional del INSS:
• Sedestación.
• Requerimientos altos de carga mental en cuanto a comunicación y atención al público y en ocasiones apremio.
• Requisitos neurosensoriales elevados de visión y de audición.
TRABAJADOR SOCIAL EN ATENCIÓN PRIMARIA:
El trabajo de Trabajador social en un establecimiento sanitario, puede considerarse como de tipo «sedentario» con sedestación prolongada en grado medio-alto.
El grado de exigencia física sería bajo para la mayoría de las tareas esenciales que caracterizan a este puesto de trabajo.
Los requerimientos que tienen un mayor nivel de intensidad o exigencia (nivel 3 o 4) son, siguiendo la guía de valoración profesional del INSS:
• Sedestación
• Requerimientos altos de carga mental en cuanto a comunicación y atención al público.
Requisitos neurosensoriales moderados- elevados de visión y de audición.
DESARROLLO DE UN PROGRAMA DE ATENCIÓN AL TABAQUISMO EN LOS CENTROS SANITARIOS DEL DISTRITO DE ATENCIÓN PRIMARIA
Objetivo General:
- Disminuir el número de fumadores en los centros sanitarios del Distrito de Atención Primaria.
Objetivos Específicos:
- Prevenir el consumo entre los trabajadores.
- Asistir y ayudar a los fumadores que lo deseen a dejar el tabaco.
- Informar y sensibilizar a los trabajadores sobre las ventajas de no fumar y las consecuencias asociadas al consumo de tabaco.
METODOLOGIA:
Es imprescindible integrar diversos elementos a la hora de impulsar un programa de promoción de la salud en el trabajo. Así, es necesario:
1. Conocer el punto de partida. Identificar la situación de partida de la organización constituye el primer paso a dar a la hora de impulsar una actuación sistemática sobre el tabaco. Esto implica conocer el marco normativo vigente, disponer de la percepción de los trabajadores sobre el tema, y compartir una cultura básica respecto a los riesgos sanitarios derivados del tabaquismo involuntario.
Conocer el marco normativo vigente sirve como respaldo para justificar un programa en esta materia, que se integre en el conjunto de actuaciones desarrolladas para la promoción de la salud en el ámbito laboral.
Conocer la situación de la organización. Es importante tener en cuenta la situación de partida en relación con el consumo de tabaco dentro de la organización. Por ejemplo, conviene considerar:
- Prevalencia del tabaquismo.
- Cumplimiento de la prohibición vigente.
- Planes de salud laboral ya existentes en los que la actuación sobre el tabaquismo pueda integrarse.
2. Clarificar los objetivos y perfilar los resultados esperables.
Resultados esperables.
Apoyo a quienes han dejado de fumar para consolidar la abstinencia.
Motivación para que los trabajadores fumadores dejen de fumar.
Limitación del consumo de quienes fuman y no quieren dejarlo, o no consiguen dejarlo.
3. Determinar los medios que se van a emplear: en la comunicación de las actuaciones, en el apoyo a ofrecer a los fumadores motivados para dejar de fumar y en la evaluación de las actuaciones.
4. El compromiso de la organización: para asegurar el éxito del programa es necesario el compromiso de la misma en su conjunto. Este compromiso debe manifestarse mediante:
Apoyo explícito de la dirección de la organización a dicho programa, sin dejar duda alguna sobre su posición favorable al respecto. El apoyo de la dirección asegura la viabilidad de los programas. Además, la dirección necesita comunicar su posición a todos los empleados, dejando claro que forma parte de una preocupación global por la promoción de la salud y la prevención de riesgos laborales.
La creación de un grupo responsable de la coordinación de las distintas fases del programa, Entre ellos se encuentran:
- Trabajadores de los diversos niveles de responsabilidad.
- Representantes de los diversos sectores de la organización: salud laboral, recursos humanos, seguridad e higiene, representación sindical, dirección, etc.
ELEMENTOS DE LA PLANIFICACIÓN:
Una vez perfilada la situación de partida de los centros, creado el grupo de trabajo responsable de la gestión y coordinación, e identificados los recursos internos y externos que cabe movilizar, es el momento de abordar la planificación específica del programa.
Entre las tareas del grupo coordinador (y de la dirección) se encuentran:
Análisis de la situación actual.
Comunicación con los empleados; búsqueda de sugerencias y comentarios.
Información personalizada a los trabajadores.
Oferta de apoyo para dejar de fumar.
Seguimiento y evaluación de la aplicación de las medidas previstas
A. Consulta con los trabajadores:
El objetivo de la consulta a los trabajadores es conocer la situación, las percepciones y las opiniones de éstos respecto a diversos aspectos del consumo de tabaco, para poder adecuar el ritmo o el modo de aplicación de las medidas.
Si no podemos entrevistar a todos los trabajadores dentro de nuestro campo de acción deberemos hacerlo a una muestra representativa de ellos, representativa en todas las variables que puedan influir en los resultados de la encuesta: edad, sexo, formación académica y profesional, sector de la organización, nivel laboral…etc. Es conveniente que las encuestas sean anónimas. La ausencia de anonimato es un importante factor de sesgo a la hora de formular críticas.
Los trabajadores deben ser informados adecuadamente de los riesgos que el consumo de tabaco –activo y pasivo– comporta. A su vez, deben conocerse sus opiniones, inquietudes, preocupaciones sobre dicho tema.
Las variables mínimas sobre las que debe tenerse conocimientos:
- Prevalencia de fumadores y ex-fumadores.
- Proporción de fumadores motivados para dejar el tabaco.
- Actitudes ante el consumo de tabaco.
- Opiniones sobre posibles medidas a adoptar.
B. Estrategia de comunicación:
Los trabajadores deben también recibir información sobre todas las actividades que van a ser desarrolladas. Para ello, debe desplegarse una campaña informativa dirigida al conjunto de los mismos (sirviéndose de recursos internos de la organización o de recursos externos), y utilizando los diversos soportes que se consideren convenientes, tales como carteles, folletos, información vía intranet, charlas o presentaciones.
C. Apoyo a los fumadores motivados para dejarlo:
La mayoría de los consumidores regulares de tabaco tienen una dependencia instaurada que limita notablemente sus posibilidades de estar un tiempo prolongado sin fumar.
Para ello pueden desarrollarse diversas actuaciones, entre las que cabe citar:
Distribución de guías de auto-ayuda para dejar de fumar. Pese a no ser el tipo de intervención más efectivo, constituye una actuación de bajo coste y elevada cobertura, que además resulta útil para incrementar la motivación para dejar el consumo de tabaco.
Consejo médico para dejar de fumar ofrecido a través de la organización. Podría aplicarse la denominada intervención mínima o intervención sistemática mínima.
Los profesionales implicados deben ser capaces de:
Evaluar la situación de los trabajadores respecto al uso de tabaco.
Realizar el diagnóstico de las características de la adicción (estímulos asociados, mecanismos de afrontamiento y recursos alternativos).
Conseguir personalizar las recomendaciones para dejar de fumar.
Conocer los criterios de derivación a servicios especializados.
Ofrecer apoyo profesional a quienes desean dejar el consumo de tabaco.
Aplicar el tratamiento farmacológico adecuado.
Realizar pautas de seguimiento.
PROGRAMAS DE TRATAMIENTO DEL TABAQUISMO: COMPONENTES BÁSICOS.
Encuadre grupal (5-10 sesiones de 60-90 minutos) o individual (unas 10 sesiones de unos 15-20 minutos).
Dirigido por profesionales internos o externos de la organización.
Tratamiento de enfoque cognitivo-conductual.
Con utilización complementaria de terapia farmacológica útil (terapia sustitutiva con nicotina, bupropión u otros medicamentos eficaces).
Con actuaciones específicas sobre problemas determinados, como aparición de síntomas psiquiátricos, control y gestión de estados de ánimo negativos (como el estrés) y, especialmente, control del peso.
Con diversas modalidades de reparto horario.
Con diversas modalidades de afrontamiento de los gastos: si no los financia el sistema de salud, el trabajador asume nada, parte o todos los gastos farmacológicos del tratamiento; no asume los correspondientes a los profesionales sanitarios.
Oferta de programas específicos de tratamiento del tabaquismo, con el fin de incrementar las posibilidades de éxito de los intentos de aquellas personas motivadas para dejar de fumar. Son programas multicomponente; esto es, incluyen la provisión organizada de las diversas actuaciones individuales que han mostrado tener eficacia en el tratamiento del tabaquismo.
Puede ser conveniente que los programas de tratamiento estén también disponibles para los familiares próximos de los trabajadores, ya que un ambiente familiar discordante es causa de reducción de la eficacia de los tratamientos.
D. Evaluación y seguimiento:
Desde el primer momento de la planificación del programa, el Grupo Coordinador debe realizar un seguimiento adecuado de las diversas actuaciones y los resultados obtenidos, para conocer el impacto real de la intervención y poder realizar, en caso necesario, los ajustes oportunos.
Hemos de establecer un sistema de indicadores clave que nos proporcione información válida, fiable y periódica que permita monitorizar y evaluar de forma continua los diferentes aspectos relacionados con el programa que estamos llevando a cabo.
En el tratamiento del tabaquismo, al igual que en otras dependencias, lo básico es conseguir la extinción de estas asociaciones entre los diversos estímulos y la conducta. Se necesita adquirir un cierto control sobre los estímulos que precipitan el consumo y sobre las circunstancias que dan lugar a estos estímulos. A quienes desean dejar de fumar se les aconseja en primer lugar que intenten darse cuenta de los estímulos o conductas que mantienen su consumo (con un auto-registro, por ejemplo). Después, se les ayuda a adquirir algunas competencias conductuales que les permitan enfrentarse a las circunstancias de riesgo o a los deseos intensos de consumir, es decir tener previsto algo que se pueda hacer en aquellas situaciones en las que habitualmente se puede acabar fumando.
FASES PARA LA IMPLANTACIÓN DEL PROGRAMA:
Fase 1: DECISIÓN DEL PROGRAMA A REALIZAR.
El inicio del programa debe comenzar con el planteamiento del mismo en el seno del Comité de Dirección. En ese momento, la Dirección debe implicarse en el mismo y encargar su desarrollo al responsable de recursos humanos, de salud laboral, uprl, cualquier otro agente que considere oportuno.
Se debe concretar el cronograma que se va a seguir en el desarrollo de las diferentes actividades propuestas.
De acuerdo con esta propuesta, se abrirá un proceso de diálogo con la representación de los trabajadores para explicar el programa y consensuar su desarrollo.
Fase 2: CREACIÓN DE GRUPO DE TRABAJO.
Se constituirá un grupo de trabajo cuyo objetivo será dinamizar el proyecto hasta hacerlo efectivo en la totalidad de los centros. En este grupo, además de los miembros ya mencionados, se podrán integrar un médico especializado en Tabaquismo, un miembro de la UPRL, dos miembros del Comité de Seguridad y Salud y un miembro de la Junta de Personal.
Fase 3: PRESENTACIÓN o COMUNICACIÓN INCIAL DEL PROGRAMA.
La primera comunicación oficial del programa a todos los empleados se realizará desde el máximo nivel de la organización. Se enviará una carta personal a todos los trabajadores de los centros comunicando la puesta en marcha del mismo y solicitando el mayor grado de participación de los trabajadores.
Se emitirán también comunicados de apoyo de Comité de Seguridad y Salud y de la UPRL.
Fase 4: EVALUACIÓN INICIAL.
Se distribuirá en todos nuestros centros de trabajo una encuesta anónima para todos los trabajadores para medir el impacto del programa y valorar el grado de acogida del mismo, además de para:
- Conocer la distribución del consumo:
• Por edad
• Por sexo
• Nivel socioeconómico
- Nivel de estudios
- Sin estudios
- Estudios primarios
- Estudios secundarios
- Estudios universitarios
- Indicadores de consumo de tabaco:
• Prevalencia de fumadores diarios
• Prevalencia de fumadores ocasionales
• Prevalencia de fumadores actuales
• Prevalencia de ex fumadores
• Prevalencia de nunca fumadores
• Proporción de abandono
• Tipo de labores de tabaco consumidas Se entiende por labores del tabaco: los cigarrillos, puros y pipas
• Consumo medio de otras labores de tabaco
• Consumo medio de cigarrillos
• Edad media de inicio de consumo de tabaco
• Paquetes/año
- Indicadores de exposición al humo ambiental de tabaco:
• Prevalencia de exposición al humo ambiental de tabaco en el hogar
• Prevalencia de exposición al humo ambiental de tabaco en los lugares de ocio
- Indicadores del cese del consumo:
• Intención de dejar de fumar (Estadios de cambio)
• Frecuencia de intentos realizados para dejar de fumar
• Tiempo transcurrido desde que dejó de fumar
• Motivos para dejar de fumar
La encuesta será distribuida a todos los trabajadores a través de los responsables de los centros de trabajo estableciendo un plazo de quince días para su cumplimentación y entrega.
Se realizará un tratamiento informatizado de todos los datos. Los resultados de la misma serán expuestos tanto en las sesiones informativas que se realizaran entre los trabajadores de los centros sanitarios para explicar el programa como en la propia intranet corporativa.
Fase 5: SENSIBILIZACION E INFORMACIÓN A LOS TRABAJADORES.
Una parte fundamental para la implantación del programa será el esquema de comunicación interna dentro de la organización.
El Director de Distrito remitirá un correo electrónico a todos los directores y responsables de centros en el que les hará referencia pormenorizada de todos los aspectos a llevar a cabo en el desarrollo del programa y transmitirá el impulso y apoyo por parte de la Dirección, buscando involucrar a los responsables de centros y servicios en su implantación y desarrollo.
Se convocará a los trabajadores a una sesión informativa y de sensibilización, que será impartida por personal especializado donde se informará de forma clara y transparente el programa y las razones para ser impulsado, en término de beneficios conjuntos y relacionado con las actividades de Prevención y Promoción de la Salud de la organización.
Se informará sobre los recursos y los servicios puestos a su disposición para dejar de fumar.
Se habilitará un espacio específico en la intranet corporativa en la que se incluirán diferentes documentos relevantes relacionados con el programa. Entre ellos un manual de autoayuda para los fumadores, situación del tabaquismo en España, el tabaquismo pasivo, detalles específicos del programa, resultados de la encuesta a los trabajadores, legislación europea y española en materia de consumo de tabaco e información específica sobre la ayuda que los trabajadores podrán obtener para intentar dejar de fumar.
Podrán visualizarse en la intranet todos los carteles y señales que se situarán en los centros así como los trípticos que apoyarán la presentación de las Unidades de Tratamiento y Ayuda al Fumador.
Se utilizará también la intranet para informar sobre las fechas y lugares donde se impartirán las charlas informativas para todo el personal. Con respecto a este último punto, se considera un apartado clave para el éxito del programa la plena difusión del mismo a todos los trabajadores, tanto fumadores como no fumadores. Estas charlas informativas se realizaran contando con la participación de profesionales médicos especializados en prevención y control del tabaquismo así como en el tratamiento y ayuda a los fumadores. Se impartieran al menos tres sesiones por cada centro de trabajo durante el desarrollo del programa.
Asimismo se reforzarán los programas que ya existían con anterioridad. Se enviará un correo electrónico a todos los trabajadores a través de los responsables de cada centro, recordando la accesibilidad de los trabajadores a las Unidades de Tratamiento y Ayuda al Fumador con cobertura completa de tratamientos incluyendo las terapias farmacológicas.
Asimismo se habilitará un foro en la intranet que permitirá la comunicación directa con los responsables del programa para resolver con agilidad dudas y asesorar a los trabajadores.
Fase 6: INTERVENCIÓN, ACTIVIDADES, RESPONSABLES.
Ofreceremos tres niveles de intervención:
-Intervención Básica
-Intervención Avanzada
-Intervención Especializada
BÁSICA:
- Diagnostico y registro de historia tabáquica.
- Consejo sanitario (breve, personalizado, sistemático, firme, oportuno y motivador).
- Relacionarlo con la patología del paciente.
- Centrarnos en los beneficios de dejar de fumar, mas que en los efectos negativos.
- Seguimiento oportunístico.
El simple Consejo Sanitario es la Gran Herramienta, para ayudar a nuestros pacientes a dejar de fumar, es una herramienta fundamental de intervención, pero si además hay una adecuación terapéutica individual, su eficacia y eficiencia aumentan.
AVANZADA:
-Terapia de Modificación de Conducta (técnicas grupales de autoayuda):
• A disposición de UPRL, existirá el test MOTIVACIONAL.
• Tras valoración del test, se determinara, si el paciente se encuentra en "fase de preparación".
• Si es así, se le entregara hoja de inscripción para terapia grupal.
• El trabajador rellenara la hoja de inscripción y la entregara a la unidad PRL que la enviará por fax a la secretaria de la unidad de deshabituación tabáquica.
-Terapia Farmacológica :
Sustitutivos de nicotina (chicles, parches,..)
No sustitutivos de la nicotina (bupropion, clonidina, alprazolam,...)
• La terapia farmacológica podrá instaurase paralelamente a la terapia grupal, una vez evaluados los miembros de grupo o de forma individualizada, correspondiendo tal técnica al medico especialista en tabaquismo (criterios de derivación).
• La Unidad PRL, se encargara de organizar la Terapia Grupal.
• La Terapia Individualizada, la realizara para cada trabajador el medico especialista en tabaquismo
ESPECIALIZADA:
• Dado el caso, de inclusión del paciente en el grupo de usuarios consensuados con atención especializada (subsidiarios de tratamiento intensivo avanzado), este será derivado a la Unidad especializada de deshabituación del Hospital especificando: "valoración de terapia individualizada de deshabituación tabáquica ".
CRITERIOS DE DERIVACIÓN.
- Fumadores que han realizado serios intentos de abandono, que han sido tratados correctamente por un profesional sanitario y que han fracasado.
- Fumadores con Cardiopatía Isquémica de menos de 8 semanas de evolución.
- Fumadores con arritmias cardiacas o Hipertensión no controlada.
- Fumadores con enfermedades crónicas (nefropatías, hepatopatías, cardiopatías) no controladas.
- Fumadoras embarazadas o en periodo de lactancia.
- Fumadores con enfermedades psiquiátricas.
ACCESO A LOS GRUPOS DE DESHABITUACIÓN:
- Se establecerá una cartelería específica divulgativa que se expondrá en los diferentes centros sanitarios. A la entrada de los mismos y de las consultas, existirá un cartel, en donde se exprese: "SI USTED ESTA DECIDIDO A QUITARSE DE FUMAR CONSULTE CON UPRL”.
COORDINACIÓN (ORGANIZACIÓN Y VALORACIÓN) DE LA UNIDAD DE DESHABITUACIÓN TABÁQUICA:
Sus cometidos serán:
- Recepción de las solicitudes.
- Valoración de la dependencia tabáquica del solicitante, selección por edad y patologías.
- Aceptación de solicitudes y envío de cartas de comunicación de aceptación y cita de inicio de terapia a los pacientes.
- Determinar el lugar de celebración de cada grupo de deshabituación.
- Nombrar a los responsables de cada grupo (para impartir las terapias).
- Apoyo y asesoramiento a los integrantes de la unidad.
SESIONES, MATERIAL, MÉTODO Y HORARIOS:
- SESIONES:
- Las terapias, por cada grupo, constaran de 4 sesiones, ampliables a 5.
- MATERIAL:
Elaboración propia de la U.D.T. y el existente en la bibliografía.
- MÉTODO: Terapia grupal Técnica Motivacional.
EVALUACION Y SEGUIMIENTO DE LOS GRUPOS:
1º- Numero de trabajadores que asisten a primera sesión de deshabituación.
2º- Numero de trabajadores que terminan la terapia grupal.
3º- Numero de trabajadores finales (que finalizan la terapia con éxito).
RECURSOS NECESARIOS Y DISPONIBLES:
Es necesario asignar medios materiales, personales y económicos suficientes para conseguir los objetivos fijados. Los recursos designados son a su vez proveedores de nueva información cuyo análisis sirve para comprobar si son suficientes.
Los recursos de los que dispongamos deberán dar respuestas adecuadas a las necesidades
Entre los recursos materiales de los que disponemos podemos citar:
o Guía Práctica para dejar de fumar.
o Dípticos de información sobre el Consejo a Fumadores.
o Triptico donde se explica beneficios de dejar de fumar.
o Documentos del tipo Cómo Ayudar a dejar de Fumar.
o Folletos del tipo ‘ Deje de Fumar’.
o Pegatinas de señalización de ‘Prohibido fumar’.
o Cursos de Formación dirigidos a los profesionales de Distritos y Áreas sanitarias.
o Carteles específicos de información sobre tabaco dirigido.
o Cartelería y Rotulación para accesos a centros sanitarios alusivos a la prohibición de fumar.
o Adhesivos de la presencia de Unidades de Tratamiento y Ayuda al Fumador.
Entre los recursos humanos podemos contar con:
o Médicos especialistas en Tabaquismo,
o Médicos especialistas en Medicina del Trabajo,
o Técnicos del programa de tabaco.
o Técnicos de PRL.
EVALUACIÓN DEL PROGRAMA:
Para medir la evaluación del proceso, realizaremos:
- La valoración del alcance del programa:
• ¿el programa llega al grupo diana?,
• ¿cada parte del programa llega a todas las partes del grupo diana?, etc.
Habrá que elaborar registros para anotar estos datos.
Esta valoración se realiza de manera continuada.
Un indicador importante de la valoración del alcance del programa es la Tasa de abandonos.
- Valoración de la satisfacción de los participantes:
• Cuestiones interpersonales: ¿se sienten cómodos, atendidos?.
• Relativas al servicio: local, fácil desplazamiento, horario, instalaciones, etc.
• Cuestiones de contenido: temas relevantes, interesantes, ritmo lento, etc.
Mediante cuestionarios o entrevistas en grupo.
- Valoración del cumplimiento de las actividades
• Comprobar si las actividades realmente se están desarrollando del modo que se definió.
• Se deben Registrar y controlar todos los componentes del programa (sesiones, actividades, carteles, señales, cartas, etc).
• Medir el contenido de las sesiones por si hay que modificar los tiempos dedicados a cada área temática.
Se debe realizar al menos en una de cada seis sesiones informativas.
- Valoración del rendimiento y de los componentes del programa Materiales:
• ¿El folleto suscita interés, capta la atención, qué gusta más y qué disgusta del folleto a la gente?.
• ¿Es fácil de entender, hay algo que confunda? Nº de polisílabos.
• ¿Hay algo en él ofensivo o irritante?.
• ¿Parece dirigido personalmente al lector?.
• ¿Es convincente? ¿parece persuadir al lector de emprender alguna acción?.
Para medir la evaluación de los resultados, podremos medir entre otros:
- Número de trabajadores que participan en el programa.
- Número de fumadores o exfumadores a los que se ha proporcionado consejo breve para dejar de fumar.
- Número de fumadores o exfumadores a los que se ha realizado intervención grupal.
- Número fumadores en proceso de deshabituación.
- Porcentaje de fumadores que reciben consejo sanitario o intervención breve.
- Porcentaje de fumadores que reciben tratamiento farmacológico.
- Porcentaje de fumadores en proceso de deshabituación.
- Frecuencia de fumadores en proceso de deshabituación en Atención Especializada.
- Frecuencia de fumadores que reciben consejo sanitario o intervención breve en Atención Especializada.
- Frecuencia de fumadores que reciben intervención intensiva en Atención Especializada.
• Número de fumadores que reciben tratamiento farmacológico.
• Número de fumadores que reciben terapia psicológica.
- Tasa de abstinencia de fumadores que reciben alguna intervención:
• Número de fumadores que reciben consejo sanitario o intervención breve.
• Número de fumadores que reciben intervención intensiva.
Bibliografía:
Autoría múltiple. Alamillos Ortega P, Andani Cervera J, Chirivella Cases J, Collazos Dorronsoro A et al. Guía de criterios de aptitud para trabajadores del ámbito sanitario. Escuela Nacional de Medicina del Trabajo. Instituto de Salud Carlos III. Ministerio de Economia y Competitividad. Madrid, 2014
Noticia enviada por: Ana Mª Moncada Ibañez; Rosa Esther Asenjo Orellana
UNIDAD DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES 1.4 DISTRITO SANITARIO GRANADA-METROPOLITANO (C.S. REALEJO)